Durante el mes de abril, el Perú experimentó un crecimiento económico positivo, que ha ajustado las perspectivas de los agentes económicos al alza, con lo que el crecimiento esperado para el 2024 se situa entre el 2.5% y 3.0%. Por su parte, la inflación continua su tendencia bajista, colocandose en el niveles de 2.4% interanual. Esto permitió que el BCRP continue con su política monetaria de recorte de tasas. Mientras que el tipo de cambio se mantuvo estable en su canal de largo plazo.
Entre los principales riesgos de mayo, se destacan las tensiones políticas entre los poderes del estado que pueden llegar a socavar la confianza de los inversionistas y derivar en una fuga de capitales o desincentivos para la inversión privada. Estamos atentos a los próximos datos de las variables macroeconómicas del país para confirmar la continuidad de las favorables condiciones para el mercado peruano.