Entrando al 2024, entre los escenarios económicos que tienen mayor probabilidad de ocurrencia en EE. UU., se destaca la desaceleración del panorama inflacionario dados los esfuerzos de la Fed por llevarla al objetivo del 2% con su política monetaria restrictiva.
Se prevé que las tasas de interés se mantengan en niveles elevados por más tiempo a medida que la inflación continúa disminuyendo de forma sostenida, pero los recortes de tasa podrían venir más temprano que tarde, dependiendo de la data económica de los próximos meses que refuerce el argumento de que la Fed habría hecho suficiente.
Existe el riesgo de un recorte prematuro de las tasas de interés, lo cual llevaría a una aceleración de la inflación y, consecuentemente, una postura monetaria aún más restrictiva por más tiempo.
Entre los riesgos políticos, el enfoque está en las crecientes tensiones entre la Cámara de Representantes y el Senado, que podrían llevar a un potencial cierre del gobierno y pondrían en peligro la sostenibilidad fiscal y por ende la calificación crediticia de EE. UU. Asimismo, la incertidumbre sobre el rumbo de la política económica asociada a las elecciones presidenciales 2024, posiblemente entre Donald Trump y Joe Biden.
Los riesgos geopolíticos que podrían marcar la pauta del año son las guerras Rusia-Ucrania, Israel-Hamás y el conflicto con Taiwán, que podrían presionar a los mercados de materias primas, especialmente al sector energético por el lado de la oferta del crudo.
En Perú, el Fenómeno del Niño Costero es un riesgo latente. Dependerá de su magnitud el efecto que tenga sobre los sectores productivos de la economía, y con ello la respuesta que el BCRP vea conveniente para evitar que ocurra un repunte de la inflación.